Imágenes de la localidad navarra de Artajona tomadas por mí el pasado 26 de Marzo.
El Cerco de Artajona
Localidad: ARTAJONA (31140) Dirección: Calle San Saturnino Zona: La Zona Media Estilo: Románico Siglos de construcción: XI-XIII Horario de visita: El recinto amurallado se puede visitar durante todo el día. La iglesia permanece cerrada. Precio visita: Acceso libre
Perfectamente adaptado al perfil que dibuja el cerro sobre el que se asienta, el Cerco de Artajona le ofrecerá la oportunidad de disfrutar de la fortificación popular medieval más importante de la Zona Media de Navarra. Un paseo por su interior le descubrirá un conjunto amurallado del siglo XI que originariamente tuvo catorce torreones almenados, de los que sólo quedan nueve, unidos por el camino de ronda. Acceda al recinto por cualquiera de los dos primitivos portales que se conservan, el de San Miguel y el de Remahua y retroceda en el tiempo hasta la Edad Media. Imagine el espacio habitado por reyes, nobles a caballo, juglares, obispos y labriegos vestidos con pesados ropajes. Recree épocas pasadas y trate de imaginar cómo se vivió en este recinto coronado por la iglesia-fortaleza de San Saturnino, un sólido e imponente edificio del siglo XIII, declarada Monumento Histórico Artístico.
En la parte más alta de Artajona se abre a la vista un impresionante lienzo salpicado de torreones almenados que se adapta al terreno dibujando un perfil arriñonado rodeado de campos. El origen de esta fabulosa fortificación, conocida como "El Cerco", se remonta al año 1085, fecha en la que se iniciaron los trabajos encargados por los canónigos de Saint Sernin, de Toulouse, obras que finalizaron en 1109. El lugar ha sido, a lo largo de los siglos, anhelado por reyes, señores y clérigos, lo que provocó numeras luchas que hicieron necesarias varias reconstrucciones de la fortaleza, especialmente durante el reinado de Carlos II el Malo (XIV). Tras superar las empinadas cuestas que llevan hasta la muralla, podrá acceder libremente al recinto a través de dos primitivos puentes, el de San Miguel y el de Remahua. Los robustos lienzos de sillería estaban vigilados por catorce torres, de las que se han conservado nueve de forma cúbica y almenada, unidas por la muralla del siglo XII y por un paseo de ronda. Todo el conjunto protege a la iglesia-fortaleza de San Saturnino que, además de ejercer de campanario, supuso un importante punto de vigía. Construida en el siglo XIII sobre las ruinas de un templo románico, formó parte de la defensa del conjunto, y así lo evidencian sus robustos muros y contrafuertes, el paso de ronda sobre la bóveda de la nave que sirvió de calabozo, el pozo de agua, el uso que hicieron de la sacristía como cárcel y la torre prismática del siglo XIV utilizada como puesto de guardia en el siglo XV. La iglesia fortaleza permanece normalmente cerrada, pero quizás lo más interesante está en su exterior. Destaca especialmente su monumental portada gótica de finales del siglo XIII; doce arquivoltas ricamente decoradas enmarcan el tímpano en el que están talladas las imágenes del martirio de San Saturnino y de la reina Juana de Navarra y su esposo Felipe el Hermoso. Si su visita coincide con la apertura ocasional de la iglesia podrá contemplar un retablo gótico realizado entre 1505 y 1515 que alberga una talla sedente de San Saturnino, una talla gótica de la Virgen con el Niño, y un calvario de estilo gótico hispano-flamenco que se completa con pinturas y abundantes oros. Asimismo, en el ábside también podrá disfrutar de interesantes pinturas murales góticas. Tras recorrer la fortificación asómese al imponente caserío de Artajona que desciende por la ladera del cerro y disfrute de una impresionante vista sobre el conjunto de este pueblo medieval.
* Textos cedidos por el Gobierno de Navarra
En la parte más alta de Artajona se levanta una de las más importantes fortificaciones de la Navarra medieval. Este conjunto amurallado, que data del siglo XI, es conocido con el nombre de “El Cerco” y en su interior conserva la iglesia-fortaleza de San Saturnino (s. XIII), declarada monumento histórico-artístico.
La fortaleza medieval está formada por 14 torreones almenados, aunque en la actualidad sólo se mantienen 9 repartidos a lo largo de la muralla, y para acceder a su interior, el visitante debe atravesar uno de los dos primitivos portales que se conservan, el de San Miguel y el de Remahua. Pasear por su interior permite al visitante retroceder en el tiempo hasta la época medieval e imaginar el recinto lleno de reyes, nobles a caballo, juglares y obispos vestidos con pesados ropajes.
La imagen señorial de las murallas está coronada por la iglesia-fortaleza de San Saturnino, un imponente y sólido edificio construido en el siglo XIII sobre las ruinas de un templo románico. Esta iglesia también formaba parte de la defensa, como reflejan sus robustos muros y contrafuertes, el paso de ronda sobre la bóveda de la nave que sirvió de calabozo, el pozo de agua, el uso que hicieron de la sacristía como cárcel o la torre prismática del s. XIV utilizada como puesto de guardia en el s. XV.
El Cerco de Artajona
Localidad: ARTAJONA (31140) Dirección: Calle San Saturnino Zona: La Zona Media Estilo: Románico Siglos de construcción: XI-XIII Horario de visita: El recinto amurallado se puede visitar durante todo el día. La iglesia permanece cerrada. Precio visita: Acceso libre
Perfectamente adaptado al perfil que dibuja el cerro sobre el que se asienta, el Cerco de Artajona le ofrecerá la oportunidad de disfrutar de la fortificación popular medieval más importante de la Zona Media de Navarra. Un paseo por su interior le descubrirá un conjunto amurallado del siglo XI que originariamente tuvo catorce torreones almenados, de los que sólo quedan nueve, unidos por el camino de ronda. Acceda al recinto por cualquiera de los dos primitivos portales que se conservan, el de San Miguel y el de Remahua y retroceda en el tiempo hasta la Edad Media. Imagine el espacio habitado por reyes, nobles a caballo, juglares, obispos y labriegos vestidos con pesados ropajes. Recree épocas pasadas y trate de imaginar cómo se vivió en este recinto coronado por la iglesia-fortaleza de San Saturnino, un sólido e imponente edificio del siglo XIII, declarada Monumento Histórico Artístico.
En la parte más alta de Artajona se abre a la vista un impresionante lienzo salpicado de torreones almenados que se adapta al terreno dibujando un perfil arriñonado rodeado de campos. El origen de esta fabulosa fortificación, conocida como "El Cerco", se remonta al año 1085, fecha en la que se iniciaron los trabajos encargados por los canónigos de Saint Sernin, de Toulouse, obras que finalizaron en 1109. El lugar ha sido, a lo largo de los siglos, anhelado por reyes, señores y clérigos, lo que provocó numeras luchas que hicieron necesarias varias reconstrucciones de la fortaleza, especialmente durante el reinado de Carlos II el Malo (XIV). Tras superar las empinadas cuestas que llevan hasta la muralla, podrá acceder libremente al recinto a través de dos primitivos puentes, el de San Miguel y el de Remahua. Los robustos lienzos de sillería estaban vigilados por catorce torres, de las que se han conservado nueve de forma cúbica y almenada, unidas por la muralla del siglo XII y por un paseo de ronda. Todo el conjunto protege a la iglesia-fortaleza de San Saturnino que, además de ejercer de campanario, supuso un importante punto de vigía. Construida en el siglo XIII sobre las ruinas de un templo románico, formó parte de la defensa del conjunto, y así lo evidencian sus robustos muros y contrafuertes, el paso de ronda sobre la bóveda de la nave que sirvió de calabozo, el pozo de agua, el uso que hicieron de la sacristía como cárcel y la torre prismática del siglo XIV utilizada como puesto de guardia en el siglo XV. La iglesia fortaleza permanece normalmente cerrada, pero quizás lo más interesante está en su exterior. Destaca especialmente su monumental portada gótica de finales del siglo XIII; doce arquivoltas ricamente decoradas enmarcan el tímpano en el que están talladas las imágenes del martirio de San Saturnino y de la reina Juana de Navarra y su esposo Felipe el Hermoso. Si su visita coincide con la apertura ocasional de la iglesia podrá contemplar un retablo gótico realizado entre 1505 y 1515 que alberga una talla sedente de San Saturnino, una talla gótica de la Virgen con el Niño, y un calvario de estilo gótico hispano-flamenco que se completa con pinturas y abundantes oros. Asimismo, en el ábside también podrá disfrutar de interesantes pinturas murales góticas. Tras recorrer la fortificación asómese al imponente caserío de Artajona que desciende por la ladera del cerro y disfrute de una impresionante vista sobre el conjunto de este pueblo medieval.
* Textos cedidos por el Gobierno de Navarra
El Cerco de Artajona
En la parte más alta de Artajona se levanta una de las más importantes fortificaciones de la Navarra medieval. Este conjunto amurallado, que data del siglo XI, es conocido con el nombre de “El Cerco” y en su interior conserva la iglesia-fortaleza de San Saturnino (s. XIII), declarada monumento histórico-artístico.
La fortaleza medieval está formada por 14 torreones almenados, aunque en la actualidad sólo se mantienen 9 repartidos a lo largo de la muralla, y para acceder a su interior, el visitante debe atravesar uno de los dos primitivos portales que se conservan, el de San Miguel y el de Remahua. Pasear por su interior permite al visitante retroceder en el tiempo hasta la época medieval e imaginar el recinto lleno de reyes, nobles a caballo, juglares y obispos vestidos con pesados ropajes.
La imagen señorial de las murallas está coronada por la iglesia-fortaleza de San Saturnino, un imponente y sólido edificio construido en el siglo XIII sobre las ruinas de un templo románico. Esta iglesia también formaba parte de la defensa, como reflejan sus robustos muros y contrafuertes, el paso de ronda sobre la bóveda de la nave que sirvió de calabozo, el pozo de agua, el uso que hicieron de la sacristía como cárcel o la torre prismática del s. XIV utilizada como puesto de guardia en el s. XV.
La iglesia fortaleza de San Saturnino (abierta sólo en días puntuales) conserva en su fachada una monumental portada gótica de finales del siglo XIII. Doce arquivoltas de rica y variada decoración sirven de marco a un bello tímpano cuidadosamente tallado. En él aparecen imágenes del martirio de San Saturnino y de la reina Juana de Navarra y su esposo Felipe el Hermoso. En el interior guarda un retablo mayor de traza gótica, realizado entre 1505 y 1515, que alberga una talla sedente de San Saturnino y una talla gótica de la Virgen sedente con el Niño. Culmina el conjunto un calvario de estilo gótico hispano-flamenco que se complementa con pinturas de rico color y abundantes oros. En el ábside, se pueden contemplar pinturas murales góticas. El Museo de Navarra, ubicado en Pamplona, guarda una importante muestra de estas pinturas.
“El Cerco” se asoma imponente al caserío que desciende por la ladera hasta el llano. El viajero disfrutará al pasear por las estrechas calles del pueblo que forman un entramado de pendientes cruzadas por otras que se adaptan a los desniveles del terreno. De especial interés son las calles Eugenio Mendióroz, con pavimento de piedra y gran pendiente; la calle Mayor, jalonada por monumentales casas y palacios que lucen fachadas de gran empaque, ennoblecidas por escudos; y la calle de San Pedro, de trazado irregular y estrecho. Pero, en general, en el pueblo abundan los edificios con portadas de arco apuntado o de medio punto típicas del s. XVI, aparatosos escudos, palacios del s. XVIII y un pintoresco pasadizo.
En la parte baja del pueblo se alza la iglesia de San Pedro, edificio gótico del s. XIII construida al mismo tiempo que la de San Saturnino para servir de iglesia a lo que entonces eran los arrabales o “el rabal”.
En su fachada destaca la portada gótica del s. XIII y una esbelta torre medieval, y en su interior sobresalen el retablo mayor, del s. XVIII, el de la Virgen del Carmen, que conserva una talla barroca de San Bernardino de Siena, el retablo de la Virgen Milagrosa , que aloja una talla barroca de San Esteban del siglo XVII, un tríptico de la Epifanía , del siglo XVI, y diversas piezas de orfebreria. Para acceder a esta iglesia, se debe pedir la llave en la casa del párroco, situada en la Plaza de los Fueros, a 20 metros de la parroquia.
Basílica y Ermita
A la salida del pueblo, por la carretera que dirige a Pamplona, se levanta la basílica de Nuestra Señora de Jerusalén, edificio barroco construido entre 1709 y 1714, en el que se conserva una talla románica, en cobre esmaltado que, según cuenta la leyenda, la trajo un artajonés de las cruzadas de Tierra Santa. Para visitar la ermita hay que pedir la llave a los frailes que viven en un edificio adjunto.
Por su parte, la ermita de San Bartolomé está alejada del pueblo, en la carretera que va a Tafalla. Aunque el edificio actual data del siglo XIX, su existencia está documentada desde 1235, y en su interior guarda una monumental talla de San Bartolomé, del siglo XIX.
“El Cerco” se asoma imponente al caserío que desciende por la ladera hasta el llano. El viajero disfrutará al pasear por las estrechas calles del pueblo que forman un entramado de pendientes cruzadas por otras que se adaptan a los desniveles del terreno. De especial interés son las calles Eugenio Mendióroz, con pavimento de piedra y gran pendiente; la calle Mayor, jalonada por monumentales casas y palacios que lucen fachadas de gran empaque, ennoblecidas por escudos; y la calle de San Pedro, de trazado irregular y estrecho. Pero, en general, en el pueblo abundan los edificios con portadas de arco apuntado o de medio punto típicas del s. XVI, aparatosos escudos, palacios del s. XVIII y un pintoresco pasadizo.
En la parte baja del pueblo se alza la iglesia de San Pedro, edificio gótico del s. XIII construida al mismo tiempo que la de San Saturnino para servir de iglesia a lo que entonces eran los arrabales o “el rabal”.
En su fachada destaca la portada gótica del s. XIII y una esbelta torre medieval, y en su interior sobresalen el retablo mayor, del s. XVIII, el de la Virgen del Carmen, que conserva una talla barroca de San Bernardino de Siena, el retablo de la Virgen Milagrosa , que aloja una talla barroca de San Esteban del siglo XVII, un tríptico de la Epifanía , del siglo XVI, y diversas piezas de orfebreria. Para acceder a esta iglesia, se debe pedir la llave en la casa del párroco, situada en la Plaza de los Fueros, a 20 metros de la parroquia.
Basílica y Ermita
A la salida del pueblo, por la carretera que dirige a Pamplona, se levanta la basílica de Nuestra Señora de Jerusalén, edificio barroco construido entre 1709 y 1714, en el que se conserva una talla románica, en cobre esmaltado que, según cuenta la leyenda, la trajo un artajonés de las cruzadas de Tierra Santa. Para visitar la ermita hay que pedir la llave a los frailes que viven en un edificio adjunto.
Por su parte, la ermita de San Bartolomé está alejada del pueblo, en la carretera que va a Tafalla. Aunque el edificio actual data del siglo XIX, su existencia está documentada desde 1235, y en su interior guarda una monumental talla de San Bartolomé, del siglo XIX.
Uno poco de historia
El origen de la construcción del conjunto se remonta a la donación de la villa a los canónigos de Toulouse. Las obras se iniciaron en 1085 y en l109 estaban terminadas. A lo largo de los siglos, las luchas a las que se enfrentó la fortaleza hicieron necesarias varias reconstrucciones, especialmente durante el reinado de Carlos II el Malo (XIV). La muralla, de forma arriñonada, rivaliza en belleza con la iglesia de San Saturnino que fue campanario y punto de vigía y cuya torre fue la nevera de la villa en el siglo XVI.
Las campanas del Cerco
Artajona presume de ser el único lugar en el mundo donde las campanas se bandean al revés. Actualmente conserva cuatro campanas, dos de ellas romanas. La más antigua data de 1735 y la más grande pesa 1.801 kilos. Desde el año 1896, todos los campaneros navarros han bandeado alguna vez las campanas de Artajona.
Dólmenes
Los dólmenes del Portillo de Enériz y de la Mina , a los que se accede por un camino que hay en la trasera del cementerio, son una de las muestras más ricas de la cultura megalítica romana en Navarra. Tienen una losa de separación y doble cámara y están situados sobre túmulos de 20 m de diámetro. También hay restos de las cabañas neolíticas de Dorre y Farangortea, del primer milenio antes de Cristo.
Cómo llegar desde Pamplona
Salida por la Avda. de Zaragoza e incorporación a la N-121 Zaragoza-Madrid. Al llegar al Carrascal, tomar el desvío a mano derecha, la NA-6020 que lleva a Artajona. También se puede ir hasta Tafalla por la autopista A-15 y allí tomar la NA-6030 que conduce también a Artajona.
Distancia desde Pamplona: 30 Km.
El origen de la construcción del conjunto se remonta a la donación de la villa a los canónigos de Toulouse. Las obras se iniciaron en 1085 y en l109 estaban terminadas. A lo largo de los siglos, las luchas a las que se enfrentó la fortaleza hicieron necesarias varias reconstrucciones, especialmente durante el reinado de Carlos II el Malo (XIV). La muralla, de forma arriñonada, rivaliza en belleza con la iglesia de San Saturnino que fue campanario y punto de vigía y cuya torre fue la nevera de la villa en el siglo XVI.
Las campanas del Cerco
Artajona presume de ser el único lugar en el mundo donde las campanas se bandean al revés. Actualmente conserva cuatro campanas, dos de ellas romanas. La más antigua data de 1735 y la más grande pesa 1.801 kilos. Desde el año 1896, todos los campaneros navarros han bandeado alguna vez las campanas de Artajona.
Dólmenes
Los dólmenes del Portillo de Enériz y de la Mina , a los que se accede por un camino que hay en la trasera del cementerio, son una de las muestras más ricas de la cultura megalítica romana en Navarra. Tienen una losa de separación y doble cámara y están situados sobre túmulos de 20 m de diámetro. También hay restos de las cabañas neolíticas de Dorre y Farangortea, del primer milenio antes de Cristo.
Cómo llegar desde Pamplona
Salida por la Avda. de Zaragoza e incorporación a la N-121 Zaragoza-Madrid. Al llegar al Carrascal, tomar el desvío a mano derecha, la NA-6020 que lleva a Artajona. También se puede ir hasta Tafalla por la autopista A-15 y allí tomar la NA-6030 que conduce también a Artajona.
Distancia desde Pamplona: 30 Km.
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